sábado, 1 de mayo de 2010

Según Carlos Díaz (escritor) que se dirige a sus hijas utilizando el género epistolar, todo está en la familia, aunque no todo se reduce a la familia. Pero la familia nace y sobre todo se hace; o de lo contrario se deshace. Se hace cuando es utopía, altruismo, energía para el encuentro; se deshace cuando es tópico, egoísmo, apatía para el desencuentro. Pero del amor no cabe prescindir nunca, no se le puede relativizar por nada del mundo. Y una encarnación privilegiada del amor es la familia no enquistada, no encerrada, comprometida con el mundo y con los demás, especialmente con los más humildes, con la familia-humanidad de los pobres de la Tierra., hija de un mismo Padre y hermana de los demás humanos, "Un mismo-padre no se comporta casi nunca como un padre-mismo cuando trata de educar a los distintos hijos, toda vez que el rostro de cada uno de ellos con su diferenciada mirada y su peculiar personalidad te pide, te sugiere, te acusa, te busca te festeja y te agradece de muy distintas maneras. Lo que sí creo saber es que yo os amo con toda mi alma a cada uno de vosotros, sea o no de la misma forma, ¿cómo podría imaginarse de otro modo?. Desde luego la inversa no tiene por qué ser verdadera, pues vosotros los hijos no sólo amáis de modo distinto a vuestros padres, sino también con distinta intensidad, unos mucho y otros un poco menos. Pero tranquilos, que eso ocurre absolutamente en el reino animal y -como me recuerda siempre vuestra madre- tal dinámica constituye una necesaria sabiduría de la vida, pues, gracias a esa sabiduría que se manifiesta en el cuidado innato de los progenitores hacia su prole (es decir, en que el amor se adelanta, precede, no espera a que venga del hijo sino que brota ya de los padres), gracias a ella las especies logran seguir adelante sin extinguirse. Los padres, pues, a cuidar y los hijos a ser cuidados, que para eso están unos y otros. Y cuando os llegue el día ya os enteraréis de lo que es cuidar sin pensar en ser cuidado."
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"...en nuestra casa siempre se deseó alcanzar el rango de hogar o de morada donde se pudiera llegar a ser uno mismo con los otros sin miedo ni violencia, profundizando en la confianza mutua entre todos sus miembros. No está resultando en absoluto fácil, no lo hemos logrado aún, pero yo me atrevería a decir que -por la gracia de Dios con nosotros- estamos ya empezando a empezar, que caminamos, que crecemos, que vamos por buen camino, que renacemos en ese seno común pese a todas las dificultades y pese a todos los pecados, porque, en efecto, como se dice en un hermosísimo libro tuyo, Esperanza, -la vida comunitaria es el lugar donde se descubre la herida profunda del propio ser y donde se aprende a asumirla. Entonces se puede empezar a renacer. Sí, hemos nacido a partir de esa herida- (Jean Varnier: Comunidad. Lugar de perdón y fiesta-"
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“Una familia se construye como una casa, con materiales y piedras de distintos tipos, pero lo que mantiene a las piedras y a los materiales juntos e inexpugnables cuando se trata de la casa familiar es esa interdependencia del auxilio mutuo, ese don que es per-dón, don permanente e incondicional. A la hora de construir la casa común cada uno tiene sus carismas, sus dones particulares y diferenciados, sus habilidades; todos conocemos las de los demás entre nosotros. Utilizar cada uno su talento resulta imprescindible para construir familia y comunidad, y por eso mismo ser infiel a ese talento significaría dañar a todos los demás, a los restantes miembros de la unidad familiar.”
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“No sólo debemos educarnos en las escuelas, sino también en las familias. Lo que ocurre es que encima los mayores nos despreocupamos un pelín de vosotros, y siempre andamos diciéndoos que no tenemos tiempo, o que estamos muy cansados, o cosas parecidas y el resultado es que apenas os acompañamos , apenas leemos cuentos ni historias con vosotros, ni nada parecido; en ocasiones ni siquiera nos veis el pelo, así que apenas podemos serviros de buen ejemplo… En consecuencia ¿qué hacemos entonces los mayores para intentar compensaros por no jugar más con vosotros? Pues ¡hala!, sólo se nos ocurre la burrada de poneros delante de la tele toda la santa tarde para que nos dejéis tranquilos…”
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“El amor vence sobre el odio siempre, y es más fuerte que la muerte. El amor inaugura, el odio clausura. Por eso el amor que abre las puertas y derriba los muros de las separación es la fuerza de Dios en nosotros.”
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“no dejes nunca para los demás lo que puedas hacer tú misma. Precisamente educar bien significa educar en la participación, lo cual consiste en enseñar a que, mientras vamos en el viejo barco común de la humanidad al que nos referíamos antes, cada palo aguante su vela y todos el mástil común de la nave. Te lo diré de otra forma, que nadie haga por ti tus tareas ni tus deberes, y a ser posible ayuda tú a las tareas y deberes de quienes necesitan de tu apoyo y de ti misma.”

martes, 27 de abril de 2010

MI FAMILIA

No tendría sentido hablar de la familia y no hablar de la mía propia.
Como ya muchas sabéis, yo ya estoy casada, por lo que mi familia, mi núcleo familiar dejaron de ser mis padres para pasar a crear junto a mi marido, otra familia.
Os los voy a presentar: aquí estoy con mi marido, Lorenzo y con mi hijo Pablo, sin olvidarme de Pedro que todavía se encuentra dentro de mí, y que nacerá, si Dios quiere, en poco tiempo.
Warner Bross. Semana Santa 2010.
Cuando nace un hijo te cambia la vida, ¡Qué tópico verdad!. Al casarte comienzas tu nueva vida y cuando llega tu primer hijo, es cuando se forma la familia de verdad. Te acuerdas de todas aquellas cosas que decían tus padres y en ese momento es, cuando cobran más sentido. El día que nació mi hijo Pablo y le vi la carita por primera vez, es cuando me di cuenta con más intensidad, de la responsabilidad tan grande que tenía entre mis brazos y lo importante y bonito que era para mí.

Día 15 de mayo de 2007. Nacimiento de Pablo.



Una frase mítica de los padres y familiares mayores que tú es: "Cuando tengas niños ya verás como pasa el tiempo". Yo ya puedo decir que ando repitiendo esta frase y he de reconocer: ¡qué razón tienen!. Viendo las fotografías de hace apenas tres años, y comparándolas con las actuales tengo que repetir, como mis padres han dicho en más de una ocasión "como pasa el tiempo". Aquí os dejo un ejemplo:

Noche de Reyes 2009.

¿POR QUÉ LA FAMILIA?

"Para aprender sabiduría e instrucción,
para entender los discursos profundos,
para alcanzar instrucción y perspicacia,
justicia, equidad y rectitud
para enseñar a los simples la prudencia
a los jóvenes ciencia y reflexión,
para decifrar proverbios y enigmas, los dichos de los sabios y sus adivinanzas.
Que atienda el sabio y crecerá en doctrina,
y el inteligente aprenderá a hacer proyectos."
Libro de los Proverbios.